domingo, 17 de julio de 2011

Sobre el estilo, la imagen y las épocas

Patti Smith: Aquella era una cultura de mucha homosexualidad, mucha drag queen. Ser entonces travesti, no estaba muy aceptado. Esa gente del Max's Kansas City estaba allanando los caminos del futuro. La crueldad estaba en su vida, en la dureza de su existencia como se ve en las películas de Warhol, cómo a veces vivían en la calle sin dinero, o cómo la gente les insultaba. Aquella era una cultura muy vitalista pero también muy peligrosa. Una inocencia peligrosa. Yo participaba de esta cultura pero iba un poco por libre porque yo lo que quería era ser artista y ser aceptada como tal por mi obra, por mi escritura. Para muchos de ellos su arte era lo que llevaban puesto, su apariencia. Lo cual podía ser hermoso pero era también trágico. Mis objetivos eran distintos.
Periodista: Me divertí mucho al leer en el libro como usted, después de que uno de esos "divinos" hablara despectivamente de su peinado, decidió cortarse el pelo a la Keith Richards, y de pronto su prestigio subió como la espuma. ¡De repente todo el mundo la consideraba!
Patti Smith: Sí, aquello fue increíble. Es el poder de la imagen. Yo iba como había ido siempre, con camisetas y pantalones rotos, y de repente aquello era nuevo y rompedor. Cuando yo vestía como vestía porque no tenía dinero para otra cosa. Mi estilo no era ni pretendía ser una declaración de principios, sólo llevaba lo que había llevado siempre. A mí me divertía y me impresionaba descubrir cuán fácilmente se podía cautivar entonces a la gente a través de la imagen. Creo que eso fue una precuela de los tiempos actuales, cuando la imagen es tan importante. Demasiado importante. Cuando yo era una niña la imagen era una cosa lejana, de Hollywood, de las estrellas de cine. Y poco a poco el rock and roll fue generando otras estéticas que afectaban a todo el mundo, las gafas de sol de Bob Dylan, las camisetas, las chaquetas, etc.

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